Advierten errores en norma técnica que busca disminuir traumatismos en trabajadores
Estudio de la Escuela de Kinesiología UV refiere a la evaluación de riesgos de lesiones musculoesqueléticos en las empresas.
Una investigación realizada por el Centro de Estudios del Trabajo y Factores Humanos de la Escuela de Kinesiología de la Universidad de Valparaíso reveló la existencia de graves deficiencias y errores en la norma técnica de identificación, evaluación y control de riesgos de traumatismos musculoesqueléticos en extremidades superiores relacionados con el trabajo que comenzó a regir en el país hace apenas cinco años.
El trabajo se realizó durante 2016 y 2017 y fue financiado por la Mutual de Seguridad de la Cámara Chilena de la Construcción en el marco de la convocatoria de proyectos de análisis e innovación en prevención de accidentes y enfermedades profesionales de la Superintendencia de Seguridad Social.
El estudio consideró el análisis pormenorizado de dicho instrumento, además de la aplicación de encuestas a 331 evaluadores y otros tantos test sobre la pertinencia de su correspondiente guía práctica en 2 mil puestos de trabajo.
Los resultados -que fueron presentados a autoridades, empresarios y profesionales del área en una actividad académica realizada en el CIAE-UV- son categóricos y advierten que la citada norma técnica presenta notorios errores en su construcción, destacando, entre otros, problemas de traducción (del inglés) y de adaptación a la realidad chilena de las principales definiciones contenidas en la norma ISO, en la cual se basa.
Metodología inadecuada
Según explicó el director del Centro de Estudios del Trabajo y Factores Humanos de la Escuela de Kinesiología de la UV, el doctor Ignacio Castellucci, quien lideró el equipo de siete investigadores que realizó la medición, las falencias que presenta la norma técnica pueden ser el reflejo de una metodología de trabajo inadecuada, sustentada en el hecho de que no hubo una etapa de marcha blanca para probar si el instrumento era comprendido por todos y permitía, efectivamente, mostrar la realidad de las empresas chilenas y sus trabajadores.
“Los problemas de construcción de la norma tienen que ver en lo esencial con el hecho de que en su redacción se omitieron conceptos y/o definiciones, tratando de hacer que una herramienta que tiene objetivo específico diera respuesta a la mayor cantidad de puestos de trabajo posibles. En este proceso también se omitieron pasos importantes en los procedimientos y las metodologías que se deben aplicar. Una de las principales consecuencias de la inadecuada puesta en escena de la norma, es que -a la fecha- la detección y control de los factores de riesgo asociados a trastornos musculoesqueléticos de extremidad superior ha sido extremadamente baja, contraviniendo lo que se ha visto en el resto de los países, en donde la tendencia es al aumento significativo de dichos trastornos”, precisó el investigador.
El tema es más que relevante, toda vez que el 43% de las licencias médicas tipo 6 o de enfermedad profesional que aprueba la Comisión de Medicina Preventiva e Invalidez (COMPIN) están asociadas directa e indirectamente a diagnósticos de este tipo de patologías (trastornos musculoesqueléticos de extremidades superiores), como advierten las estadísticas sobe Incapacidad Temporal por Accidentes del Trabajo y Enfermedades Profesionales que publicó el Ministerio de Salud, en 2016.
Incertidumbre
Respecto de los problemas de adaptación y traducción de la norma ISO, el investigador de la UV dijo que esto es muy preocupante, toda vez que está generando una gran confusión y alto grado de incertidumbre, ya que existe un elevado nivel de discrecionalidad, donde cada evaluador interpreta a su antojo, resultando que una misma tarea presente distintos niveles de riesgo dependiendo del profesional que realice la evaluación.
El hecho de que los resultados difieran enormemente repercute directamente en la población trabajadora expuesta, ya que en el proceso de vigilancia de la salud “no están todos los que tienen que estar y los que están puede que no deban estar. Además, es muy inquietante que el 62% de los evaluadores se haya sacado mala nota en los test de conocimiento de aplicación de la Lista de Chequeo de la Norma. Y lo que agrava la situación es que en ese porcentaje están incluidos profesionales con formación de nivel diplomado y/o magister en Ergonomía”, acotó el doctor Ignacio Castellucci.
El director del Centro de Estudios del Trabajo y Factores Humanos de la UV enfatizó, por tanto, que es necesario que la actual norma se corrija cuanto antes. A su juicio, el Estado no puede implementar políticas en estas materias sin evaluar de manera correcta, oportuna y sistemática.
“En esta línea, es necesario que el Ministerio de Salud fortalezca su sistema de fiscalización. Nuestro estudio es independiente y por tanto tiene el valor de revelar una realidad que es conocida por muchos actores, la mayoría de los cuales no está dispuesto a sincerar esta realidad porque considera que con ello se dificulta el funcionamiento de las empresas y su relación con las mutuales, lo que sin duda es un contrasentido a la luz de los resultados que hemos obtenido”, concluyó Castellucci.