Patologías pélvicas afectan al 60% de los adultos mayores y al 40% de las mujeres
Especialistas advierten sobre la importancia de prevenir y educar en este tema. Por ello, en los próximos días, la Escuela de Kinesiología de la UV comenzará a dictar un diplomado en la materia.
Los órganos ubicados en la cavidad abdominal, especialmente los que están en la parte inferior —como los intestinos, vejiga y útero— descansan sobre un conjunto de músculos y tendones que los sostienen y les permiten funcionar correctamente. Estos tejidos, denominados piso o suelo pélvico, pueden sufrir lesiones, desgarros o simplemente cambios en su tensión natural, afectando funciones básicas del organismo, tanto en mujeres como en hombres.
“La patología más común ligada al piso pélvico es la incontinencia urinaria, que afecta al 40 por ciento de las mujeres, un tercio de ellas menores de 40 años, y al 60 por ciento de los adultos mayores”, explica la kinesióloga Karin Jerez, diplomada en rehabilitación pelviperineal y académica de la Escuela de Kinesiología en la Facultad de Medicina de la Universidad de Valparaíso.
Otra patología asociada es el prolapso, es decir, la caída o desplazamiento de un órgano pélvico. “En etapas iniciales es posible tratar el prolapso de manera kinesiológica, pero cuando está más avanzado se requiere un procedimiento quirúrgico”, afirmó la kinesióloga Bettina Böhme, diplomada en kinesioterapia en embarazo y posparto y también académica de la Escuela de Kinesiología de la UV.
Las principales causas de los problemas de piso pélvico están en la gestación y el parto, cuando los músculos de esa zona se debilitan, pierden tensión o incluso se desgarran. En los hombres suelen darse por consecuencias asociadas a algunas patologías a la próstata. También hay otros factores como hábitos ocupacionales (levantar pesos o movimientos repetitivos), obesidad, tabaquismo y asma (por la tos crónica) e incluso condiciones hereditarias.
Prevención y formación
Los trastornos en el piso pélvico afectan a pacientes cada vez más jóvenes, sobre todo por la práctica física sin supervisión adecuada, y también a muchas mujeres que no han tenido hijos.
Si bien en la mayoría de los casos estas patologías se pueden prevenir, en Chile no hay más de un centenar de kinesiólogos especializados en la prevención y tratamiento de estos problemas y sus enfermedades asociadas.
Por ello la Escuela de Kinesiología de la Universidad de Valparaíso comenzará a dictar en las próximas semanas un diplomado dirigido a kinesiólogos y matronas, orientado a formar equipos multidisciplinarios que puedan identificar, diagnosticar y tratar adecuadamente a los pacientes que sufren esta patología, así como conducir la rehabilitación de quienes han tenido que someterse a una cirugía.
Con un cuerpo docente formado por médicos, kinesiólogos especialistas, matronas y psicólogos, el postítulo busca también dar a conocer estrategias de prevención y cuidado del piso pélvico en diferentes momentos del ciclo vital de la mujer.
“Los daños mayores suelen ocurrir en el parto, cuando no se respetan los tiempos fisiológicos naturales. Los tejidos en el parto tienen una programación, y cuando el trabajo de parto se acelera estos tejidos se pueden forzar y dañar. Es como lanzarse a hacer deporte sin entrenar y sin calentar”, precisó Bettina Böhme.
“El entrenamiento adecuado prepara a la mujer para que siga y respete sus procesos fisiológicos, evitando las lesiones en los momentos críticos, previniendo patologías y logrando finalmente mejorar su calidad de vida”, concluyó Karin Jerez.